1. Una llama amarilla brillante: La reacción de sodio con agua es altamente exotérmica, lo que significa que libera mucho calor. Este calor es suficiente para encender el gas de hidrógeno producido en la reacción, causando una llama amarilla brillante.
2. El metal de sodio se mueve alrededor de la superficie: El sodio es menos denso que el agua, por lo que flota. A medida que reacciona, el calor generado hace que el sodio se derrita, formando una pequeña bola que se mueve erráticamente a través de la superficie del agua.
Nota importante: Este es un experimento peligroso y solo debe ser realizado por profesionales capacitados en un entorno controlado.