1. Depósitos minerales a juego:
* Formaciones rocosas idénticas: Los geólogos han descubierto formaciones de rocas idénticas, incluidos tipos específicos de rocas sedimentarias, rocas metamórficas e incluso rocas ígneas, en continentes ahora separados por vastas océanos. Esto sugiere que estos continentes alguna vez se unieron.
* Depósitos minerales específicos: La distribución de ciertos depósitos minerales, como las costuras de carbón y los lechos de evaporita, muestra un patrón notablemente similar en los continentes ahora separados por los océanos. Estos depósitos minerales a menudo se forman en entornos geológicos específicos, y sus similitudes en todos los continentes indican fuertemente un pasado compartido.
2. Evidencia glacial:
* Striaciones glaciales coincidentes: Las estrías glaciales son rasguños dejados por los glaciares en la roca madre. Las estrías encontradas en América del Sur, África, India, Australia y la Antártida coinciden en términos de dirección y edad. Esto indica que estos continentes alguna vez fueron parte de una sola masa terrestre, lo que permitió que una sola capa de hielo los cubra.
* Depósitos glaciales similares: Los depósitos glaciales, incluidos Till y Moraines, se encuentran en ubicaciones y composiciones similares en los continentes que ahora están muy separados. Esto respalda aún más la idea de un supercontinente unido.
3. Evidencia paleomagnética:
* rayas magnéticas: El campo magnético de la Tierra voltea periódicamente, y estas reversiones se registran en las propiedades magnéticas de las rocas. Los patrones de rayas magnéticas en el fondo marino muestran similitudes notables en las crestas del océano medio, apoyando la teoría de la propagación del fondo marino y la deriva continental.
* Datos paleomagnéticos: Estos datos revelan que los continentes han cambiado de posición con el tiempo, y al estudiar rocas antiguas, podemos determinar sus posiciones en el pasado. Esta evidencia muestra que los continentes alguna vez se agruparon en una sola masa terrestre, consistente con la hipótesis de Pangea.
Ejemplos:
* Las montañas de los Apalaches en América del Norte y las montañas de Caledonia en Europa: Estas cadenas montañosas comparten tipos y estructuras de roca similares, lo que sugiere que alguna vez fueron parte de la misma cadena de montaña formada durante la formación de Pangea.
* El supergrupo Karoo en Sudáfrica y la cuenca de Paraná en América del Sur: Estos contienen lechos de carbón y depósitos glaciales similares, lo que indica un entorno compartido y una historia geológica común.
En conclusión, la evidencia mineral juega un papel crucial en el apoyo a la teoría de Pangea. Los depósitos minerales coincidentes, la evidencia glacial y los datos paleomagnéticos apuntan a un momento en que los continentes se unieron una vez en un solo supercontinente.