1. Limpieza con jabón:
* emulsificación: Las moléculas de jabón tienen una cabeza hidrofílica (amante del agua) y una cola hidrofóbica (temerosa). Esta estructura les permite descomponer el aceite y la grasa (suciedad) en pequeñas gotas que luego se suspenden en agua.
* Tensión superficial: El jabón reduce la tensión superficial del agua, lo que le permite mojar mejor y penetrar en la suciedad.
2. Agua y temperatura:
* Disolución: El agua actúa como un disolvente, disolviendo la suciedad y la mugre soluble.
* Transferencia de calor: El agua caliente ayuda a aflojar la suciedad y la mugre, lo que facilita la eliminación. También abre poros, lo que permite una mejor limpieza.
3. Reacciones de la piel:
* Hidratación: El agua y el jabón ayudan a rehidratar la piel, evitando la sequedad e irritación.
* Balance de pH: El jabón puede alterar el nivel de pH de la piel, pero este efecto suele ser temporal. Algunos jabones están formulados para ser pH neutrales para minimizar la irritación de la piel.
4. Productos adicionales:
* champú: Funciona de manera similar al jabón, pero con formulaciones específicas diseñadas para limpiar el cabello y el cuero cabelludo.
* acondicionador: Contiene ingredientes que cubren el tallo del cabello, agregando suavidad y brillo.
* lociones/cremas: Se usa para hidratar y proteger la piel después de bañarse.
En general, tomar un baño implica una combinación de procesos físicos y químicos que trabajan juntos para limpiar el cuerpo, eliminar la suciedad y la mugre, y mantener una piel saludable.