1. Agua (h₂o): Las plantas absorben agua del suelo a través de sus raíces. El agua proporciona electrones e iones de hidrógeno para las reacciones dependientes de la luz de la fotosíntesis.
2. Dióxido de carbono (CO₂): Las plantas toman dióxido de carbono desde la atmósfera a través de pequeños poros llamados estomas en sus hojas. El dióxido de carbono es la fuente de átomos de carbono utilizados para construir azúcares.
3. Luz solar: La luz solar proporciona la energía necesaria para impulsar las reacciones dependientes de la luz de la fotosíntesis. Esta energía es capturada por la clorofila, un pigmento que se encuentra en los cloroplastos.
4. Clorofila: Este pigmento es responsable de absorber la energía de la luz, principalmente en las longitudes de onda roja y azul, que luego se usa para alimentar las reacciones químicas de la fotosíntesis.
5. Enzimas: Estas proteínas actúan como catalizadores, acelerando las reacciones químicas involucradas en la fotosíntesis.
6. ATP y NADPH: Estas son moléculas de transporte de energía producidas durante las reacciones dependientes de la luz. Se utilizan para alimentar las reacciones independientes de la luz (ciclo Calvin) donde se produce glucosa.
7. Glucosa (C₆h₁₂o₆): Este es el producto principal de la fotosíntesis. Es un azúcar simple que las plantas usan para la energía y el crecimiento.
Por lo tanto, la fotosíntesis se basa en la interacción de todas estas sustancias químicas para producir glucosa.