1. Emisión de partículas radiactivas: Ambos tipos de radiactividad implican la emisión de partículas energéticas, como partículas alfa, partículas beta y rayos gamma.
2. Proceso de descomposición: Tanto los isótopos radiactivos naturales y artificiales experimentan una descomposición radiactiva, transformándose en un elemento diferente o un isótopo diferente del mismo elemento. Este proceso de descomposición sigue cadenas de descomposición específicas y vidas medias.
3. Lanzamiento de energía: La radiactividad natural y artificial implica la liberación de energía, a menudo en forma de calor y radiación.
4. Radiación ionizante: Las partículas emitidas de la radiactividad natural y artificial son la radiación ionizante, lo que significa que pueden eliminar los electrones de los átomos y crear iones.
5. Aplicaciones: La radiactividad natural y artificial tiene aplicaciones importantes, como:
* Natural: Muestras geológicas de datación, imágenes médicas (por ejemplo, escaneos óseos) y exploración geológica.
* Artificial: Los tratamientos médicos (por ejemplo, terapia del cáncer), aplicaciones industriales (por ejemplo, esterilización) y generación de energía nuclear.
6. Peligros potenciales: La radiactividad natural y artificial puede ser peligrosa para la salud humana y el medio ambiente si no se administra y controlan adecuadamente.
Diferencias clave:
La principal diferencia radica en sus orígenes:
* Radioactividad natural: Ocurre naturalmente en el entorno debido a la descomposición de los isótopos radiactivos presentes desde la formación de la Tierra. Los ejemplos incluyen uranio, torio y potasio-40.
* Radioactividad artificial: Se crea bombardeando isótopos estables con neutrones u otras partículas en reactores nucleares o aceleradores de partículas. Los ejemplos incluyen Carbon-14, Iodine-131 y Cobalt-60.
Si bien ambos tipos comparten muchas propiedades fundamentales, comprender sus orígenes y características específicas es crucial para el uso seguro y responsable de materiales radiactivos.