Cuando el cloro gana o pierde electrones, su carga cambia. Cuando gana un electrón, se convierte en un ion cloruro cargado negativamente (Cl-) con una carga total de -1. Esto ocurre porque la adición de un electrón aumenta en uno el número de partículas (electrones) cargadas negativamente, lo que da como resultado una carga negativa neta. Por el contrario, cuando el cloro pierde un electrón, se convierte en un catión de cloro cargado positivamente (Cl+) con una carga total de +1. Esto sucede porque la eliminación de un electrón disminuye en uno el número de partículas cargadas negativamente, lo que da lugar a una carga neta positiva.
La carga del cloro depende de su configuración electrónica y del número de electrones que ha ganado o perdido respecto a su estado neutro.