El argón no puede formar un enlace iónico porque tiene una capa de valencia completa y no tiene cargas parciales que atraigan iones de carga opuesta. Su capa electrónica llena hace que el argón sea estable y no propicio para la formación de fuertes atracciones electrostáticas típicas de los enlaces iónicos. Los enlaces iónicos suelen existir entre átomos con electronegatividades significativamente diferentes, lo que permite que la transferencia de electrones cree iones con cargas opuestas, no en elementos no polares como el argón.