Los enlaces iónicos se forman cuando hay una transferencia completa de electrones de un átomo a otro. Esto ocurre cuando la diferencia de electronegatividad entre los dos átomos es grande. La electronegatividad es una medida de la capacidad de un átomo para atraer electrones. Cuanto mayor es la diferencia de electronegatividad, más fuerte es el enlace iónico.
Los enlaces iónicos son enlaces fuertes y son responsables de los altos puntos de fusión y ebullición de los compuestos iónicos. Los puntos de fusión y ebullición de los compuestos iónicos también se ven afectados por el tamaño de los iones. Cuanto más pequeños sean los iones, más fuerte será el enlace iónico y mayores serán los puntos de fusión y ebullición.
Los compuestos iónicos suelen ser duros, quebradizos y de alta densidad. También son buenos conductores de la electricidad cuando se disuelven en agua o se derriten.