Las reacciones químicas implican la ruptura de enlaces químicos en los reactivos y la formación de nuevos enlaces químicos en los productos. Durante estos procesos, los átomos no se crean ni se destruyen. Simplemente se reorganizan en nuevas combinaciones.
Por ejemplo, considere la combustión de metano:
$$\text{CH}_4 + 2\text{O}_2 \rightarrow\text{CO}_2 + 2\text{H}_2\text{O}$$
En esta reacción, una molécula de metano reacciona con dos moléculas de oxígeno para producir una molécula de dióxido de carbono y dos moléculas de agua. El número de átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno es el mismo en ambos lados de la ecuación:
- Carbono:1 átomo en ambos lados
- Hidrógeno:4 átomos en ambos lados.
- Oxígeno:2 átomos en ambos lados.
La ley de conservación de la masa es válida para todas las reacciones químicas. Es un principio fundamental que ayuda a los científicos a equilibrar ecuaciones químicas y seguir el flujo de átomos a través de reacciones.