1. Gas Natural: El gas natural es un combustible fósil que se compone principalmente de metano (CH4). Puede contener pequeñas cantidades de otros hidrocarburos, incluidos etano, propano y butano. Cuando el gas natural se reforma o procesa, puede producir hidrógeno.
2. Carbón: El carbón, otro combustible fósil, se puede convertir en hidrógeno mediante un proceso llamado gasificación del carbón. Durante la gasificación, el carbón reacciona con oxígeno y vapor bajo presión, produciendo una mezcla de gases que incluye hidrógeno.
3. Biomasa: La biomasa se refiere a la materia orgánica derivada de plantas, animales y otros organismos vivos. Cuando la biomasa se somete a procesos termoquímicos como pirólisis, gasificación o fermentación, puede producir gases ricos en hidrógeno.
4. Embalses subterráneos: Los depósitos subterráneos naturales, como los domos de sal o los yacimientos de petróleo y gas agotados, pueden contener depósitos de hidrógeno. Estos depósitos pueden formarse mediante procesos geológicos como la interacción del agua y ciertos minerales.
5. Respiraderos de aguas profundas: El gas hidrógeno se puede encontrar cerca de los respiraderos hidrotermales de las profundidades marinas, donde el agua caliente del interior de la Tierra se mezcla con el agua de mar fría. La interacción del agua con minerales como el hierro y el azufre puede generar hidrógeno como subproducto.
6. Actividad volcánica: Las erupciones volcánicas y las fumarolas liberan gases, incluido el hidrógeno, como parte de procesos volcánicos. Estos gases se pueden recolectar y utilizar.
7. Procesos biológicos: Ciertos microorganismos, como las bacterias y las algas, tienen la capacidad de producir hidrógeno mediante procesos metabólicos. Esta área de investigación se conoce como producción de biohidrógeno y es prometedora para la generación de hidrógeno renovable.
Es importante señalar que, si bien estas fuentes se producen de forma natural, los procesos para extraer, purificar y utilizar estas fuentes de hidrógeno a menudo requieren infraestructura y aportes de energía adicionales, lo que afecta la huella de carbono general y la sostenibilidad de la producción de hidrógeno.