En general, las aleaciones de Inconel presentan buena resistencia al ácido clorhídrico en diversas concentraciones a temperatura ambiente. Sin embargo, a medida que aumenta la temperatura, la resistencia a la corrosión del Inconel puede disminuir.
Por ejemplo, Inconel 625, una aleación de níquel, cromo y molibdeno, tiene una excelente resistencia a la corrosión del ácido clorhídrico a temperatura ambiente y puede soportar concentraciones de hasta el 37 % de HCl. Sin embargo, a temperaturas elevadas, como en el caso del ácido clorhídrico hirviendo, la resistencia a la corrosión del Inconel 625 disminuye y se vuelve susceptible a la corrosión por picaduras y grietas.
Inconel 718, otra aleación de níquel-cromo, muestra una resistencia a la corrosión similar al ácido clorhídrico que el Inconel 625. Es resistente a concentraciones de hasta 20% de HCl a temperatura ambiente, pero experimenta una mayor corrosión a temperaturas más altas.
Es importante señalar que el comportamiento de corrosión de Inconel en ácido clorhídrico puede verse influenciado por factores adicionales como la presencia de impurezas, oxígeno disuelto y condiciones de flujo. Por lo tanto, se recomienda consultar los datos de corrosión y realizar pruebas de compatibilidad en condiciones de operación específicas para garantizar la idoneidad de Inconel en ambientes de ácido clorhídrico.