El tornasol es una mezcla soluble en agua de diferentes tintes extraídos de los líquenes. Se utiliza comúnmente como indicador en química para comprobar si una solución es ácida o básica. El tornasol se vuelve rojo en soluciones ácidas y azul en soluciones básicas. El cambio de color se debe a la protonación y desprotonación de la molécula de tornasol. En soluciones ácidas, la molécula de tornasol gana un protón (H+) y queda cargada positivamente. Esto hace que la molécula absorba la luz azul y refleje la luz roja, dando a la solución un color rojo. En soluciones básicas, la molécula de tornasol pierde un protón (H+) y queda cargada negativamente. Esto hace que la molécula absorba la luz roja y refleje la luz azul, dando a la solución un color azul.