Las monedas de un centavo están hechas de zinc recubierto de cobre. El cobre es un metal que reacciona con el oxígeno del aire para formar una capa de óxido de cobre, que es lo que le da a las monedas de un centavo su característico color marrón. Cuando se colocan monedas de un centavo en agua, el agua puede disolver parte del óxido de cobre, lo que hace que la moneda adquiera un tono cobre más brillante. Sin embargo, las monedas de un centavo no se oxidan en el agua porque el zinc es un metal que no reacciona con el oxígeno del aire para formar una capa de óxido.
Centavos en vinagre:
El vinagre es un ácido suave que puede reaccionar con el óxido de cobre de las monedas de un centavo para disolverlo. Esto hará que la moneda adquiera un color cobrizo brillante. Sin embargo, las monedas de un centavo no se oxidan en vinagre porque el zinc es un metal que no reacciona con los ácidos para formar óxido.
Centavos en lejía:
La lejía es un agente oxidante fuerte que puede reaccionar con el óxido de cobre de las monedas de un centavo para disolverlo. Esto hará que la moneda adquiera un color cobrizo brillante. Sin embargo, las monedas de un centavo no se oxidarán con lejía porque el zinc es un metal que no reacciona con agentes oxidantes para formar óxido.
Conclusión:
Las monedas de un centavo no se oxidan en agua, vinagre o lejía. Esto se debe a que el zinc es un metal que no reacciona con oxígeno, ácidos o agentes oxidantes para formar óxido.