Sin embargo, existen algunas excepciones a esta regla. Por ejemplo, algunos enlaces covalentes, como el triple enlace del dióxido de carbono, son más fuertes que algunos enlaces iónicos, como el enlace entre sodio y cloruro. Esto se debe a que la fuerza de un enlace depende de varios factores, incluida la electronegatividad de los átomos involucrados, el tamaño de los átomos y la cantidad de electrones en el enlace.
En general, los enlaces iónicos son más fuertes que los enlaces covalentes, pero existen algunas excepciones a esta regla.