En un enlace covalente, los electrones se comparten entre dos o más átomos, a diferencia de un enlace iónico, donde los electrones se transfieren. Los electrones compartidos se mantienen en una región entre los núcleos llamada orbital molecular. Los electrones en un enlace covalente son atraídos por los núcleos de ambos átomos, lo que los mantiene unidos. Los enlaces covalentes suelen ser más fuertes que los enlaces iónicos porque los electrones se mantienen con más fuerza entre los átomos. Los enlaces covalentes se encuentran comúnmente en compuestos y moléculas orgánicos como el agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2) y el metano (CH4).