La leche generalmente tiene un pH de alrededor de 6,7 a 6,9, lo que significa que es ligeramente ácida. Esta acidez se debe a la presencia de diversos componentes como el ácido láctico, proteínas y minerales en la leche. El pH de la leche puede variar dependiendo de factores como el tipo de leche (p. ej., leche de vaca, leche de cabra), su composición, métodos de procesamiento y condiciones de almacenamiento.