Por ejemplo, en el sulfato de cobre pentahidratado, el sufijo "penta" significa que hay cinco moléculas de agua por cada molécula de sulfato de cobre en el hidrato. De manera similar, en el carbonato de sodio decahidrato, el sufijo "deca" significa que hay diez moléculas de agua por cada molécula de carbonato de sodio en el hidrato.
El número de moléculas de agua unidas a un compuesto iónico en un hidrato está determinado por la esfera de coordinación del ion metálico en el compuesto. La esfera de coordinación es la región alrededor del ion metálico que está ocupada por ligandos, que son moléculas o iones que se unen al ion metálico.
El número de ligandos que pueden coordinarse con un ion metálico está determinado por el tamaño del ion metálico, la carga del ion metálico y el impedimento estérico de los ligandos. El impedimento estérico se refiere a la repulsión entre los ligandos que les impide acercarse demasiado entre sí.
En general, los iones metálicos pequeños con una carga alta tendrán una esfera de coordinación más grande que los iones metálicos grandes con una carga baja. Esto se debe a que los pequeños iones metálicos son atraídos más fuertemente por los ligandos y pueden superar el impedimento estérico entre ellos.
La esfera de coordinación de un ion metálico también puede verse afectada por la presencia de otras moléculas o iones en la solución. Por ejemplo, si hay muchas otras moléculas o iones en la solución, pueden competir con los ligandos por unirse al ion metálico. Esto puede reducir la cantidad de ligandos que pueden coordinarse con el ion metálico y, por lo tanto, la cantidad de moléculas de agua en el hidrato.