El isótopo más común utilizado para la producción de energía atómica es el uranio-235 (U-235). Es un isótopo fisible, lo que significa que puede sufrir fisión nuclear cuando es golpeado por un neutrón, liberando una gran cantidad de energía en el proceso. El U-235 se encuentra en el uranio natural, pero sólo está presente en cantidades muy pequeñas (alrededor del 0,7%). Por lo tanto, es necesario enriquecerlo a concentraciones más altas para su uso en centrales nucleares y armas nucleares.