1. Unión de iones de sodio:
- Tres iones de sodio (Na+) del líquido extracelular se unen a sitios de unión específicos en el lado extracelular de la proteína de la bomba.
2. Unión de ATP:
- Una molécula de trifosfato de adenosina (ATP), la fuente de energía de la célula, se une a la proteína de la bomba. La unión de ATP provoca un cambio conformacional en la proteína, exponiendo los iones de sodio al lado intracelular.
3. Liberación de iones de sodio:
- El cambio conformacional en la proteína de la bomba provoca la liberación de los tres iones de sodio al líquido intracelular.
4. Unión de iones potasio:
- Dos iones de potasio (K+) del líquido intracelular se unen a sitios de unión específicos en el lado intracelular de la proteína de la bomba.
5. Liberación de iones potasio y ADP:
- La unión de los iones de potasio desencadena otro cambio conformacional en la proteína de la bomba, exponiendo los iones de potasio al lado extracelular.
- Simultáneamente, el ATP se hidroliza a ADP (difosfato de adenosina) y fosfato inorgánico (Pi), aportando energía para el proceso de transporte.
6. Reinicio de la Bomba:
- La proteína bomba sufre un cambio conformacional final, volviendo a su forma original. Esto reinicia la bomba, lo que le permite unir iones de sodio del lado extracelular y repetir el ciclo.
En resumen, la bomba de sodio-potasio transporta continuamente tres iones de sodio fuera de la célula y dos iones de potasio hacia el interior de la célula, utilizando la energía de la hidrólisis del ATP. Este proceso ayuda a mantener el gradiente electroquímico de iones de sodio y potasio a través de la membrana celular, que es crucial para diversas funciones celulares, incluida la generación de potenciales de membrana, la transmisión de impulsos nerviosos y la regulación del volumen celular.