Por ejemplo, cuando los átomos de sodio (Na) y cloro (Cl) reaccionan, los átomos de sodio pierden un electrón cada uno frente a los átomos de cloro. Esto da como resultado la formación de iones sodio (Na+) e iones cloruro (Cl-). Los iones de sodio son atraídos por los iones de cloruro y viceversa, formando el compuesto iónico cloruro de sodio (NaCl).
La formación de compuestos iónicos está impulsada por los siguientes factores:
* Electronegatividad: La electronegatividad es la capacidad de un átomo para atraer electrones. Cuanto mayor sea la diferencia de electronegatividad entre dos átomos, más probabilidades habrá de que formen un compuesto iónico.
* Energía de ionización: La energía de ionización es la energía necesaria para eliminar un electrón de un átomo. Cuanto menor sea la energía de ionización de un átomo, más probabilidades habrá de que forme un ion positivo.
* Afinidad electrónica: La afinidad electrónica es la energía liberada cuando un átomo gana un electrón. Cuanto mayor sea la afinidad electrónica de un átomo, más probabilidades habrá de que forme un ion negativo.
Los compuestos iónicos suelen tener puntos de fusión y de ebullición altos y son buenos conductores de la electricidad cuando se disuelven en agua. También suelen ser sólidos a temperatura ambiente.