- Degradación ambiental: La precipitación ácida puede dañar bosques, lagos y arroyos. También puede disolver los nutrientes del suelo, dificultando el crecimiento de las plantas.
- Problemas de salud humana: La precipitación ácida puede irritar el sistema respiratorio y provocar ataques de asma. También puede contribuir a enfermedades cardíacas y cáncer.
- Corrosión de materiales: La precipitación ácida puede dañar edificios, puentes y otras estructuras de metal o piedra.