Por el contrario, los elementos que forman estructuras de red cristalina suelen ser metales, compuestos iónicos o sólidos covalentes. En estas sustancias, los átomos, iones o moléculas están dispuestos en un patrón regular y repetitivo, formando una red cristalina. Los metales se caracterizan por sus enlaces metálicos, donde los electrones están deslocalizados y se mueven libremente dentro de la red. Los compuestos iónicos están compuestos de iones cargados positivamente (cationes) e iones cargados negativamente (aniones) unidos por fuerzas electrostáticas. Los sólidos covalentes consisten en átomos unidos covalentemente entre sí, compartiendo pares de electrones para formar una red fuerte.
El criptón, al ser un gas noble, carece de las características necesarias para formar una estructura de red cristalina. Existe como átomos individuales y sus interacciones con otros átomos se limitan a fuerzas débiles de van der Waals. Como resultado, el criptón permanece en estado gaseoso en condiciones normales y no presenta una estructura cristalina.