Los sólidos iónicos son compuestos compuestos de iones, que son átomos o moléculas que han perdido o ganado electrones, lo que da como resultado una carga eléctrica neta. A temperatura ambiente, los sólidos iónicos suelen estar en estado cristalino, lo que significa que sus iones constituyentes están dispuestos en un patrón regular y repetitivo. Esta disposición se mantiene unida por las fuertes fuerzas electrostáticas de atracción entre los cationes cargados positivamente y los aniones cargados negativamente. La intensidad de estas fuerzas determina el punto de fusión del sólido iónico, y los puntos de fusión más altos indican enlaces iónicos más fuertes. En general, los sólidos iónicos tienen altos puntos de fusión debido a las fuertes fuerzas electrostáticas entre los iones.