La fuerza electromagnética es responsable de las interacciones entre partículas cargadas, como electrones y protones. En un átomo, los electrones tienen carga negativa, mientras que los protones tienen carga positiva. La fuerza electromagnética atrae los electrones hacia los protones, manteniéndolos unidos y formando un átomo estable.
La intensidad de la fuerza electromagnética entre dos partículas cargadas depende de la magnitud de las cargas y de la distancia entre ellas. Cuanto mayores sean las cargas y más cerca estén las partículas, más fuerte será la fuerza electromagnética.
En un átomo, la fuerza electromagnética es lo suficientemente fuerte como para superar la fuerza repulsiva entre los protones cargados positivamente. Esto permite que el átomo mantenga su estructura y permanezca estable.