Sin embargo, existen algunas excepciones a esta regla. Por ejemplo, el hielo es menos denso que el agua porque los enlaces de hidrógeno entre las moléculas de agua hacen que formen una estructura más abierta cuando se congelan. Esto significa que el hielo tiene una masa por unidad de volumen menor que el agua, por lo que flota sobre el agua.
Del mismo modo, el corcho y la madera son menos densos que el agua porque contienen muchas bolsas de aire. Estas bolsas de aire reducen la masa del corcho y la madera, por lo que pueden flotar sobre el agua.