Cuando el oxígeno se mezcla con potasio, el potasio metálico se oxida rápidamente, lo que produce una reacción altamente exotérmica. Esta reacción produce superóxido de potasio, que es un poderoso agente oxidante y puede causar quemaduras graves e incluso explosiones si no se maneja adecuadamente. La reacción entre el oxígeno y el potasio es muy energética y sólo debe realizarse en condiciones controladas de laboratorio por profesionales capacitados.