Comprender los mecanismos moleculares que subyacen a la formación de cataratas es crucial para desarrollar tratamientos y estrategias preventivas eficaces. En un estudio reciente publicado en la revista "Nature Communications", los investigadores arrojan luz sobre una reacción química clave implicada en la formación de cataratas.
El estudio, dirigido por un equipo del Instituto Nacional del Ojo (NEI) de Estados Unidos, se centró en un tipo específico de catarata llamada catarata subcapsular posterior (PSC). Las PSC se caracterizan por la acumulación de una proteína llamada alfa-cristalina en el cristalino, lo que provoca su opacidad y deterioro de la visión.
Los investigadores plantearon la hipótesis de que una reacción conocida como glicación, que implica la unión de moléculas de azúcar a proteínas, podría ser un factor que contribuya a la formación de cataratas. Para investigar esto, utilizaron dos modelos de laboratorio diferentes:uno que imitaba las condiciones dentro del cristalino humano y otro que exponía las proteínas del cristalino a altos niveles de glucosa para inducir la glicación.
En el primer modelo, que se parecía mucho al entorno natural del cristalino, los investigadores observaron una glicación mínima de las proteínas del cristalino y ninguna formación significativa de cataratas. Sin embargo, en el segundo modelo, que expuso las proteínas a altas concentraciones de glucosa, se produjo una glicación extensa, lo que resultó en la formación de cataratas.
Un análisis más detallado reveló que aminoácidos específicos dentro de la alfa-cristalina eran particularmente susceptibles a la glicación. Estos aminoácidos modificados provocaron cambios en la estructura y función de la proteína, lo que provocó que se agregara y formara la turbidez característica asociada con las cataratas.
Los investigadores concluyeron que la glicación de alfa-cristalina, particularmente en sitios de aminoácidos específicos, desempeña un papel crucial en la formación de PSC. Este hallazgo resalta la importancia de controlar los niveles de glucosa y prevenir la glicación excesiva en personas con riesgo de desarrollar cataratas, como los diabéticos y los ancianos.
Al identificar esta reacción química clave, el estudio abre nuevas vías para intervenciones terapéuticas destinadas a inhibir la glicación o revertir sus efectos, ofreciendo así estrategias potenciales para prevenir o retrasar la formación de cataratas y preservar la visión.