Seguridad
Uno de los principales argumentos a favor de despenalizar el trabajo sexual es que haría que las personas que ejercen el trabajo sexual estuvieran más seguras. Al eliminar las sanciones penales asociadas con el trabajo sexual, las personas que ejercen el trabajo sexual ya no correrían riesgo de ser arrestadas, hostigadas o violentadas por parte de la policía. Esto les permitiría trabajar en entornos más seguros, donde podrían seleccionar clientes, negociar términos de servicio y acceder a servicios de soporte.
estigma
La despenalización también ayudaría a reducir el estigma asociado al trabajo sexual. Las personas que ejercen el trabajo sexual suelen ser discriminadas y estigmatizadas, lo que puede dificultarles el acceso a la atención sanitaria, la vivienda y otros servicios esenciales. La despenalización ayudaría a normalizar el trabajo sexual y reconocer los derechos y la dignidad de las personas que ejercen el trabajo sexual.
Acceso a los servicios
La despenalización también facilitaría el acceso de las personas que ejercen el trabajo sexual a servicios esenciales. Por ejemplo, los trabajadores sexuales que no están criminalizados tienen más probabilidades de buscar y recibir pruebas y tratamiento del VIH, así como otros servicios de atención médica. La despenalización también facilitaría que las personas que ejercen el trabajo sexual formen cooperativas y sindicatos, que pueden brindarles apoyo, recursos y poder de negociación colectiva.
Conclusión
Los asesinatos de varias trabajadoras sexuales en Johannesburgo han puesto de relieve la urgente necesidad de que Sudáfrica despenalice el trabajo sexual. La despenalización haría que los trabajadores sexuales estuvieran más seguros, reduciría el estigma asociado con el trabajo sexual y permitiría que los trabajadores sexuales accedieran a servicios esenciales. Este sería un paso significativo hacia la protección de los derechos y la dignidad de las personas que ejercen el trabajo sexual en Sudáfrica.