Una capa mineral protectora identificada por investigadores de ingeniería biomédica de la Universidad de Wisconsin-Madison podría permitir que potentes terapias de ARN mensajero, como las vacunas contra el COVID-19, se almacenen a temperatura ambiente, haciéndolas más accesibles para las comunidades de menores recursos de todo el mundo.
En un artículo publicado en la revista Acta Biomaterialia , el profesor William Murphy y sus colaboradores en su laboratorio detallan cómo el uso de una composición de recubrimiento mineral optimizada puede mantener la actividad del ARNm durante hasta seis meses a temperatura ambiente. Con ese tipo de preservación, las terapias de ARNm (vacunas contra enfermedades infecciosas, pero también tratamientos emergentes para el cáncer y la regeneración de tejidos) podrían almacenarse en los estantes de las clínicas locales.
El rápido desarrollo de vacunas contra la COVID-19 basadas en ARNm supuso un punto de inflexión en la pandemia. Las vacunas emplean ARNm para dirigir a las células a producir una proteína a partir de la superficie del virus, lo que desencadena una respuesta inmune que prepara nuestros cuerpos para la situación real.
Múltiples estimaciones muestran que las vacunas, resultado de décadas de investigación incremental de ARNm (algunas de las cuales resultaron en el Premio Nobel en 2023), salvaron millones de vidas.
Solo hay un problema:las vacunas contra el COVID-19, así como otras terapias contra el cáncer basadas en ARNm, requieren almacenamiento en cadena de frío para mantener su potencia.