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Las biopelículas (comunidades microbianas que forman capas viscosas en las superficies) son difíciles de tratar y eliminar, a menudo porque los microbios liberan moléculas que bloquean la entrada de antibióticos y otras terapias. Ahora, investigadores que informan en Interfaces y materiales aplicados ACS han creado microbots propulsados magnéticamente derivados de las yemas de té, que ellos llaman "T-Budbots, "que pueden desprender biopelículas, liberar un antibiótico para matar bacterias, y limpie los escombros.
Muchas infecciones adquiridas en el hospital involucran biopelículas bacterianas que se forman en los catéteres, prótesis articulares, marcapasos y otros dispositivos implantados. Estas comunidades microbianas, que a menudo son resistentes a los antibióticos, puede retrasar la curación y causar complicaciones médicas graves. El tratamiento actual incluye dosis altas repetidas de antibióticos, que puede tener efectos secundarios, o en algunos casos, reemplazo quirúrgico del dispositivo infectado, que es doloroso y costoso. Dipankar Bandyopadhyay y sus colegas querían desarrollar microbots biocompatibles que pudieran controlarse con imanes para destruir biopelículas y luego limpiar el desorden. El equipo eligió Camellia sinensis brotes de té como materia prima para sus microbots porque los brotes son porosos, no tóxico, económico y biodegradable. Los brotes de té también contienen polifenoles, que tienen propiedades antimicrobianas.
Los investigadores muelen algunas yemas de té y micropartículas porosas aisladas. Luego, recubrieron las superficies de las micropartículas con nanopartículas de magnetita para que pudieran ser controladas por un imán. Finalmente, el antibiótico ciprofloxacino se incrustó dentro de las estructuras porosas. Los investigadores demostraron que los T-Budbots liberaron el antibiótico principalmente en condiciones ácidas, que ocurren en infecciones bacterianas. Luego, el equipo agregó los T-Budbots a las biopelículas bacterianas en los platos y las dirigió magnéticamente. Los microbots penetraron en la biopelícula, mató a las bacterias y limpió los escombros, dejando un camino despejado a su paso. Los restos degradados de la biopelícula se adhirieron a las superficies de los microbots. Los investigadores señalan que este fue un estudio de prueba de concepto, y se necesita una mayor optimización antes de que los T-Budbots puedan desplegarse para destruir biopelículas en el cuerpo humano.