1. Salinidad: Esto se refiere a la cantidad de sales disueltas en el agua. Es un factor crucial que diferencia entre los ecosistemas de agua dulce y de agua salada.
* Biomas de agua dulce: Tienen bajas concentraciones de sal (<1%). Los ejemplos incluyen lagos, ríos y humedales.
* Biomas de agua salada: Tienen altas concentraciones de sal (alrededor del 3.5%). Los ejemplos incluyen océanos, mares y estuarios.
2. Profundidad del agua: La profundidad del agua influye significativamente en la penetración, la temperatura y la presión de la luz, todo lo cual impactan los tipos de organismos que pueden prosperar.
* Zona fotográfica: La capa superior donde la luz suficiente penetra para la fotosíntesis.
* Zona afótica: La capa más profunda donde la luz es insuficiente para la fotosíntesis.
3. Flujo de agua: El movimiento del agua juega un papel vital en la configuración de los hábitats acuáticos.
* Sistemas lóticos: Caracterizado por el agua que fluye, como ríos y arroyos.
* Sistemas lénticos: Caracterizado por el agua todavía, como lagos y estanques.
4. Temperatura del agua: La temperatura influye en gran medida en las tasas metabólicas de los organismos y la solubilidad de gases como el oxígeno.
* Estratificación térmica: Capas de agua con distintos gradientes de temperatura.
5. Disponibilidad de nutrientes: La abundancia de nutrientes como el nitrógeno y el fósforo influye en la productividad y el crecimiento de los organismos acuáticos.
* aguas eutróficas: Rico en nutrientes y a menudo experimentan flores de algas.
* aguas oligotróficas: Mal en nutrientes y tiene una productividad más baja.
6. Sustrato: La superficie inferior del ecosistema acuático puede estar compuesta de varios materiales, que incluyen arena, barro, rocas o vegetación.
7. Oxígeno disuelto: La disponibilidad de oxígeno disuelto es crucial para la vida acuática.
* entornos ricos en oxígeno: Apoya a diversas poblaciones de peces y otros organismos.
* entornos hipóxicos o anóxicos: El oxígeno bajo o no disuelto puede limitar los tipos de organismos que pueden sobrevivir.
Estos factores interactúan e influyen en las características físicas y químicas de los ambientes acuáticos, configurando en última instancia las comunidades de plantas y animales que las habitan.