1. Determinismo y reduccionismo: La sociobiología argumenta que muchos comportamientos sociales están impulsados en última instancia por predisposiciones genéticas. Esto puede verse como una forma de determinismo biológico, lo que sugiere que nuestro comportamiento está predeterminado por nuestros genes y que el libre albedrío y el aprendizaje social juegan un papel limitado. Este argumento afirma que la sociobiología ignora la complejidad del comportamiento humano, que está formado por una miríada de factores que incluyen cultura, medio ambiente y experiencias personales. Argumenta que reducir los fenómenos sociales complejos a las predisposiciones genéticas simplifica demasiado la realidad y puede conducir a estereotipos dañinos y justificaciones para las desigualdades sociales.
2. sesgo etnocéntrico y justificación de la desigualdad: Los críticos argumentan que la sociobiología puede usarse para legitimar las jerarquías y desigualdades sociales existentes. Por ejemplo, se han utilizado algunas teorías sociobiológicas para explicar las diferencias en el comportamiento entre géneros o razas, atribuyéndolas a diferencias genéticas inherentes. Esto refuerza los prejuicios existentes e ignora el papel de los factores sociales y culturales en la configuración del comportamiento y las desigualdades. Los críticos argumentan que la sociobiología puede usarse para justificar las estructuras de poder existentes y resistir los esfuerzos para crear una sociedad más justa y equitativa.
Es importante tener en cuenta que estos argumentos no están destinados a desacreditar completamente la sociobiología. El campo ha hecho valiosas contribuciones a nuestra comprensión de la base biológica del comportamiento. Sin embargo, es crucial ser consciente de las posibles dificultades y limitaciones de la teoría y comprometerse de manera crítica con sus implicaciones.