1. Carecen de tejidos y órganos verdaderos: A diferencia de la mayoría de los animales, las esponjas no tienen tejidos especializados como el músculo o el tejido nervioso o los órganos organizados. En cambio, tienen diferentes tipos de células que realizan funciones específicas.
2. Tienen una habilidad notable para regenerar: Si una esponja se rompe en pedazos, cada pieza puede convertirse en una esponja nueva y completa. Esto se debe a la capacidad de sus células para dediferenciar y cambiar a otros tipos de células.
3. Tienen celdas especializadas con funciones únicas:
* choanocytes: Estas células bordean las cámaras internas de la esponja y tienen flagelos que crean corrientes de agua para alimentar. También atrapan partículas de comida.
* amebocitos: Estas celdas son móviles y tienen varias funciones:
* Digestión: Engulle y digieren partículas de alimentos.
* Transporte: Llevan nutrientes y productos de desecho alrededor de la esponja.
* Formación esquelética: Producen espículas, que son los elementos duros y estructurales de la esponja.
* Pinacocitos: Estas células forman la capa externa de la esponja y ayudan a regular el flujo de agua.
* Porocitos: Estas células crean poros en la pared del cuerpo de la esponja, permitiendo que ingrese el agua.
4. Son sésiles: A diferencia de la mayoría de los animales, las esponjas están unidas a un sustrato y no pueden moverse libremente.
5. Son alimentadores de filtros: Las esponjas se alimentan filtrando agua a través de sus cuerpos y capturando pequeñas partículas de alimentos.
6. Tienen un plan de cuerpo simple: Las esponjas tienen una estructura básica con una cavidad central y una red de canales.
Estas características especiales contribuyen al éxito de las esponjas, lo que les permite prosperar en diversos entornos y desempeñar papeles importantes en los ecosistemas marinos.