hábitats comunes:
* Cuerpo humano: Nuestros cuerpos están llenos de bacterias, tanto beneficiosas como dañinas. Residen en nuestra piel, en nuestro sistema digestivo e incluso en nuestras bocas.
* suelo: El suelo es un ecosistema rico para las bacterias. Ayudan a descomponer la materia orgánica, el ciclo de nutrientes y contribuyen a la fertilidad del suelo.
* agua: Las bacterias prosperan en varios entornos acuáticos, desde lagos de agua dulce y ríos hasta las profundidades saladas del océano.
* Air: Si bien es menos abundante que en otros entornos, las bacterias están presentes en el aire, especialmente en espacios cerrados.
* comida: Las bacterias se pueden encontrar dentro y dentro de los alimentos, tanto como habitantes inofensivos como posibles contaminantes.
entornos extremos:
* aguas termales: Las bacterias termofílicas pueden sobrevivir en ambientes increíblemente calientes, como géiseres y respiraderos hidrotermales.
* Mar profundo: Algunas bacterias se han adaptado para sobrevivir a la alta presión y la falta de luz solar en el océano profundo.
* Ártico y antártico: Incluso en las frigides regiones polares, ciertas bacterias pueden soportar el frío extremo.
* entornos salinos: Las bacterias halófilas pueden tolerar altas concentraciones de sal, como en los lagos de sal y los pisos de sal.
Importancia de las bacterias:
* descomponedores: Desglosan organismos muertos y desechos, reciclando nutrientes.
* fijación de nitrógeno: Ciertas bacterias convierten el nitrógeno atmosférico en una forma utilizable para las plantas.
* Producción de alimentos: Las bacterias son esenciales para la producción de yogurt, queso, pan y otros alimentos fermentados.
* bioremediación: Algunas bacterias pueden ayudar a limpiar la contaminación.
* Medicina: Las bacterias se utilizan en la producción de antibióticos, vacunas y otros productos farmacéuticos.
Es importante tener en cuenta que, si bien la mayoría de las bacterias son inofensivas o incluso beneficiosas, algunas son patógenas y pueden causar enfermedades.