1. Antiguos griegos y romanos:
* Aristóteles (384-322 a. C.): Fue el primero en intentar una clasificación sistemática de los organismos, dividiéndolos en dos grupos principales:plantas y animales. Además, dividió a los animales en función de su hábitat (por ejemplo, tierra, agua, aire) y modo de reproducción.
* Theophrastus (371-287 a. C.): Un estudiante de Aristóteles, desarrolló aún más la clasificación de las plantas, dividiéndolas en árboles, arbustos y hierbas.
2. Período medieval:
* eruditos medievales: Se basaron principalmente en el trabajo de Aristóteles y Theophrastus, con algunas adiciones basadas en creencias religiosas. Por ejemplo, la "gran cadena de ser" colocó a los humanos en la parte superior, con otros organismos a continuación, lo que refleja la creencia en una creación jerárquica.
3. Renacimiento y siglo XVII:
* herbalistas y naturalistas: Estos individuos documentaron y describieron plantas y animales en función de sus propias observaciones. Esto condujo a la acumulación de una gran cantidad de conocimiento, pero carecía de un sistema unificado.
* John Ray (1627-1705): Ray fue un pionero que se centró en identificar especies de plantas basadas en sus estructuras reproductivas. También introdujo el concepto de género, un grupo de especies estrechamente relacionadas.
Limitaciones de la clasificación pre-linnaean:
* Falta de un sistema unificado: Diferentes individuos utilizaron sus propios criterios y terminología, lo que dificulta la comparación y la comprensión de sus clasificaciones.
* descriptivo en lugar de jerárquico: Los organismos se agruparon en base a similitudes superficiales, sin una jerarquía clara o relaciones evolutivas.
* Alcance limitado: Muchos grupos de organismos, particularmente microorganismos e invertebrados, fueron mal entendidos o ignorados.
Contribución de Linnaeus:
Linneo revolucionó el campo al introducir el sistema de nomenclatura binomial, una clasificación jerárquica basada en características compartidas y un enfoque más completo para agrupar organismos. Su trabajo, aunque no sin sus limitaciones, sentó las bases para la taxonomía moderna y mejoró enormemente la comprensión de la diversidad de la vida en la tierra.