Los antioxidantes trabajan evitando o ralentizando el proceso de oxidación que causa rancidez. Lo hacen reaccionando con radicales libres, que son moléculas inestables que dañan las grasas y los aceites, haciéndolos saborear y oler desagradables.
Aquí hay algunos ejemplos comunes de antioxidantes utilizados en los alimentos:
* vitamina E (tocoferol): Un antioxidante natural que se encuentra en muchos alimentos.
* vitamina C (ácido ascórbico): Otro antioxidante natural.
* Hydroxianisole butilada (BHA): Un antioxidante sintético.
* Hydroxytolueno butilado (BHT): Otro antioxidante sintético.
* Galato de propil (PG): Un antioxidante sintético.
* ácido cítrico: Un antioxidante natural que se encuentra en los cítricos.
Es importante tener en cuenta que, si bien los antioxidantes son generalmente seguros en las cantidades que se usan típicamente en los alimentos, algunas personas pueden tener sensibilidades para ellos.