Así es como funciona:
* entornos similares, soluciones similares: Los organismos que viven en entornos similares enfrentan desafíos similares. Por ejemplo, tanto los delfines (mamíferos) como los tiburones (peces) viven en el océano y necesitan nadar de manera eficiente.
* Selección natural: La selección natural favorece los rasgos que ayudan a un organismo a sobrevivir y reproducirse en su entorno. En el caso del delfín y el tiburón, la selección natural ha llevado al desarrollo de cuerpos y aletas simplificadas, a pesar de que evolucionaron de antepasados muy diferentes.
* Estructuras análogas: Las características similares que evolucionan se llaman estructuras análogas. Tienen la misma función pero diferentes estructuras subyacentes. Por ejemplo, las alas de un pájaro y las alas de un murciélago son estructuras análogas. Ambos permiten vuelo, pero las alas del pájaro están hechas de plumas, mientras que las alas del murciélago están hechas de piel estirada sobre los huesos.
Ejemplos de evolución convergente:
* Cactus y Euphorbia: Estas plantas, de diferentes familias, han desarrollado características similares como las espinas y los tallos gruesos y carnosos para sobrevivir en entornos áridos.
* delfines y tiburones: Como se mencionó, ambos evolucionaron cuerpos y aletas simplificados para una natación eficiente.
* Ojos de humanos y pulpos: Estas estructuras complejas se desarrollaron de forma independiente, pero realizan la misma función:la visión.
Es importante recordar:
* La evolución convergente no significa que los organismos estén relacionados. Simplemente evolucionaron características similares debido a presiones ambientales similares.
* Estructuras homólogas, Por otro lado, son estructuras que comparten un antepasado común, incluso si tienen diferentes funciones. Por ejemplo, el brazo de un humano, el ala de un murciélago y la aleta de una ballena son estructuras homólogas, a pesar de que se ven y funcionan de manera diferente.
La evolución convergente destaca el poder de la selección natural para dar forma a los organismos en respuesta a sus entornos. También nos recuerda que la evolución puede producir soluciones similares a problemas similares, incluso en organismos con historias evolutivas muy diferentes.