1. Factores internos (dentro de la semilla):
* Viabilidad de semillas: Esto se refiere a la capacidad de la semilla para germinar. Depende de factores como:
* edad: Las semillas más antiguas tienen una menor posibilidad de germinación.
* Condiciones de almacenamiento: El almacenamiento inadecuado puede dañar la semilla y reducir la viabilidad.
* Impermeabilidad de la capa de semilla: Algunas semillas tienen capas gruesas o duras que evitan que el agua y el oxígeno lleguen al embrión. Este es un mecanismo de defensa natural, pero puede obstaculizar la germinación.
* Desarrollo de embriones: Un embrión completamente desarrollado es necesario para la germinación exitosa.
* latencia: Algunas semillas tienen mecanismos incorporados que les impiden germinar inmediatamente después de la dispersión. Esto a menudo se desencadena por factores como:
* Caza de semillas duras: Evita que el agua y el oxígeno lleguen al embrión.
* Inhibidores químicos: Presente en la capa de semilla o endospermo, evitando la germinación.
* Requisitos de luz: Algunas semillas necesitan exposición a la luz para germinar.
* Requisitos de temperatura: Algunas semillas necesitan temperaturas específicas para germinar.
2. Factores externos (condiciones ambientales):
* agua: Las semillas necesitan agua para hidratar el embrión, suavizar la capa de semillas e iniciar procesos metabólicos.
* oxígeno: Las semillas de germinación necesitan oxígeno para la respiración, lo que proporciona energía para el crecimiento.
* Temperatura: Cada especie tiene un rango de temperatura óptimo para la germinación. Las temperaturas demasiado frías o demasiado malas pueden inhibir o prevenir la germinación.
* Light: Algunas semillas requieren exposición a la luz para la germinación (semillas fotolásticas), mientras que otras necesitan oscuridad (semillas escotoblásticas).
* Composición del suelo: La textura del suelo, el pH y el contenido de nutrientes pueden influir en la germinación.
* Profundidad de plantación: La siembra demasiado profunda puede evitar que las plántulas lleguen a la superficie, mientras que la siembra demasiado poco profunda puede provocar deshidratación.
* Presencia de patógenos: Los hongos, bacterias y otros patógenos pueden dañar las semillas y prevenir la germinación.
* Competencia: Otras plantas pueden competir por el agua, los nutrientes y la luz, lo que impacta el éxito de la germinación.
3. Otros factores:
* Tratamiento de semillas: Los pretratamientos, como la escarificación (rompiendo la capa de semillas) o la estratificación (exposición a temperaturas frías), pueden mejorar las tasas de germinación.
* hormonas: Las hormonas vegetales como las gibberellinas pueden promover la germinación rompiendo la latencia.
Es importante recordar que las condiciones óptimas para la germinación varían entre las especies. Comprender las necesidades específicas de una semilla en particular es crucial para un cultivo exitoso.