1. Emasculación: Quitó cuidadosamente las anteras (las partes reproductivas masculinas) de las flores de las plantas que quería usar como madre femenina. Esto evitó que la flor se autopoline.
2. Polinización cruzada: Mendel luego tomó el polen de las anteras de una planta diferente (el padre masculino) y lo transfirió manualmente al estigma (la parte femenina) de la flor emasculada.
3. Entorno controlado: Realizó estos experimentos en un entorno controlado para evitar la polinización accidental por insectos o viento.
Según estos pasos, Mendel podría estar seguro de que la descendencia que observó resultó solo de la polinización cruzada específica que pretendía. Esto le permitió rastrear la herencia de los rasgos a través de las generaciones y establecer sus leyes fundamentales de herencia.