1. Gradiente de potencial hídrico: Cuando el suelo que rodea una planta tiene un potencial de agua más bajo (lo que significa que tiene menos agua disponible) que las células de la planta, se establece un gradiente de potencial hídrico. Este gradiente impulsa el movimiento del agua de las células de la planta hacia el suelo.
2. Ósmosis: Este movimiento de agua desde áreas de mayor potencial de agua (células vegetales) hasta un potencial de agua (suelo) más bajo se produce a través del proceso de ósmosis. El agua pasa a través de las membranas celulares y las paredes celulares, después del gradiente de concentración.
3. Pérdida de la presión de la turgencia: A medida que el agua deja las células vegetales, la presión dentro de las células disminuye. Esta pérdida de presión de turgencia hace que las células se vuelvan flácidas y pierdan su rigidez.
4. Marchitez: La pérdida de la presión de la turgencia en las células de la planta, particularmente en los tallos y las hojas, conduce a la caída y al marchitez de la planta.
En resumen: El marchitamiento ocurre debido a la ósmosis impulsada por un gradiente de potencial hídrico entre la planta y su entorno circundante. Este gradiente hace que el agua salga de las células de la planta, lo que lleva a una pérdida de presión de turgencia y la apariencia característica de marchitamiento de la planta.