* Polinización del viento: Las gimnospermas dependen del viento para transportar polen de conos masculinos a femeninos. Posicionar los conos masculinos más altos y más lejos les permite liberar el polen en las corrientes de viento prevalecientes, lo que aumenta la probabilidad de que algún polen alcance los conos femeninos.
* Reducción de la autopolinización: Colocar conos masculinos lejos de los conos femeninos reduce las posibilidades de autopolinización. La autopolinización puede conducir a una menor diversidad genética y una descendencia potencialmente más débil. Mantener los sexos separados fomenta la polinización cruzada, lo que lleva a una descendencia más diversa y potencialmente más fuerte.
* Evitar la competencia de polen: Al colocar los conos masculinos lejos de los conos femeninos, hay menos competencia por el aterrizaje del polen en los conos femeninos. Esto permite una polinización y fertilización más eficientes.
En resumen, la separación espacial de los conos masculinos y femeninos en gimnospermas es una adaptación evolutiva para mejorar el éxito de la polinización a través de la dispersión del viento, reducir la autopolinación y minimizar la competencia de polen.