1. Género: La primera parte de un nombre científico (el género) le dice a qué grupo de especies estrechamente relacionadas pertenece el organismo. Por ejemplo, todas las especies de gatos pertenecen al género *Felis *.
2. Especies: La segunda parte de un nombre científico (la especie) proporciona un identificador único para el tipo específico de organismo dentro de su género. Por ejemplo, la especie * Felis Catus * se refiere específicamente al gato domesticado.
3. Relaciones taxonómicas: Los nombres científicos están estructurados de una manera que refleja el sistema de clasificación jerárquica (taxonomía) de los organismos. Esto significa que las especies estrechamente relacionadas tendrán nombres de género similares, y los géneros estrechamente relacionados tendrán apellidos familiares similares, etc. Esto ayuda a los científicos a comprender las relaciones evolutivas entre diferentes organismos.