1. Inactivación de quinasas: Muchas vías de señalización se basan en una cascada de proteínas quinasas, donde cada quinasa fosforila y activa la siguiente en la línea. Las proteínas fosfatasas pueden desfosforilar e inactivar estas quinasas, deteniendo efectivamente la propagación de la señal.
2. Desactivación de proteínas objetivo: Muchas proteínas solo son activas cuando se fosforilan. Las proteínas fosfatasas pueden desfosforilar estos objetivos, devolviéndolos a un estado inactivo y cerrando los efectos aguas abajo de la señal.
3. Reversión de eventos de fosforilación: Algunas señales se basan en eventos de fosforilación transitoria. Las proteínas fosfatasas actúan como el contrapeso, eliminando los grupos fosfato y restableciendo la proteína a su estado original.
4. Regulación de interacciones proteína-proteína: La fosforilación puede influir en la unión de proteínas a otras moléculas. Las fosfatasas pueden modular estas interacciones eliminando grupos de fosfato, afectando el ensamblaje y el desmontaje del complejo de proteínas.
5. Control de retroalimentación: Las proteínas fosfatasas a menudo participan en bucles de retroalimentación, actuando como reguladores negativos de las vías de señalización. Esto asegura que la señal no esté demasiado prolongada y permita el ajuste fino de la respuesta celular.
En resumen, las proteínas fosfatasas son esenciales para terminar la transducción de señales al revertir los efectos de las proteínas quinasas, desactivar proteínas diana y regular las interacciones proteína-proteína. Esto asegura que las respuestas celulares estén estrechamente controladas y transitorias, lo que permite que las células se adapten a entornos cambiantes.