1. Almacenamiento y transmisión de información genética:
* ADN (ácido desoxirribonucleico): Actúa como el principal repositorio de información genética. Su estructura es una doble hélice, con dos hilos de nucleótidos unidos por enlaces de hidrógeno. La secuencia de nucleótidos en el ADN determina la secuencia de aminoácidos en proteínas, lo que a su vez dicta los rasgos del organismo. Esta información se transmite de los padres a la descendencia a través de la replicación, asegurando la herencia de las características genéticas.
* ARN (ácido ribonucleico): Juega un papel crucial en la síntesis de proteínas. Lleva la información genética del ADN a los ribosomas, donde se ensamblan las proteínas. Existen diferentes tipos de ARN, cada uno con una función específica:
* ARNm (ARN de mensajero): Lleva el código genético del ADN a los ribosomas.
* tRNA (ARN de transferencia): Transporta aminoácidos a los ribosomas para la síntesis de proteínas.
* rRNA (ARN ribosómico): Forma parte del ribosoma, la maquinaria celular responsable de la síntesis de proteínas.
2. Regulación de procesos celulares:
* Los ácidos nucleicos están involucrados en la regulación de la expresión génica, que controla la producción de proteínas y, en última instancia, determina las características del organismo. Esta regulación se logra a través de interacciones complejas entre ADN, ARN y varias proteínas.
* Algunas moléculas de ARN, como los microARN (miRNAs), pueden regular directamente la expresión génica uniéndose al ARNm e inhibiendo la traducción.
En resumen:
Los ácidos nucleicos son esenciales para la vida, actuando como los portadores y reguladores de la información genética. Sus roles en el almacenamiento, la transmisión y la regulación son cruciales para el desarrollo, la función y la evolución de todos los organismos vivos.