Este punto de vista enfatiza el papel de los genes y los factores biológicos en la configuración de las acciones y rasgos de un individuo. Sugiere que nuestro comportamiento está en gran medida predeterminado por nuestra composición genética, y que las influencias ambientales juegan un papel relativamente menor.
Sin embargo, es importante recordar que esta es una perspectiva controvertida y a menudo anticuada . . La comprensión científica moderna reconoce la compleja interacción entre la naturaleza (biología) y la crianza (medio ambiente) en el comportamiento de formación. Si bien los genes juegan un papel, el medio ambiente también influye significativamente en nuestro desarrollo y acciones.
Por lo tanto, es más preciso considerar el comportamiento como un producto de factores biológicos y ambientales, en lugar de preprogramados únicamente.