1. Ancestry común: Las estructuras homólogas deben haberse originado a partir de la misma estructura en un antepasado compartido. Esto significa que tienen una historia evolutiva común, incluso si han divergido en la forma y funcionan con el tiempo.
2. Base estructural similar: A pesar de las posibles diferencias en la función, las estructuras homólogas comparten una estructura subyacente fundamental. Esto podría estar en la disposición de los huesos, la presencia de tejidos específicos, o incluso el plan genético subyacente que guía su desarrollo.
3. Similitud del desarrollo: Las estructuras homólogas a menudo se desarrollan de manera similar durante las etapas embrionarias, lo que refleja su origen evolutivo compartido. Esto se puede observar en los patrones de expresión génica y la secuencia de eventos de desarrollo.
Es importante tener en cuenta: Si bien estos tres criterios son la base para identificar estructuras homólogas, puede haber excepciones o interpretaciones matizadas dependiendo del caso específico.