1. Manténgalo frío: Las bacterias prosperan a temperatura ambiente. Refrigere los alimentos perecederos con prontitud y manténgalos a 40 ° F (4 ° C) o menos. Esto ralentiza el crecimiento bacteriano.
2. Cocé bien: Cocinar alimentos a la temperatura interna correcta mata las bacterias más dañinas. Use un termómetro de alimentos para asegurarse de que la comida esté bien cocida.
3. Lávese las manos y las superficies: Lávese bien las manos con jabón y jabón antes y después de manejar alimentos. Limpie y desinfecte todas las superficies que entran en contacto con la comida.