Hay dos tipos principales de factores limitantes:
* Factores dependientes de la densidad: Estos factores se vuelven más intensos a medida que aumenta la densidad de población. Los ejemplos incluyen:
* Competencia: Los organismos compiten por recursos como alimentos, agua, espacio o compañeros.
* Depredación: Los depredadores pueden limitar la población de presas.
* Enfermedad: Las enfermedades pueden extenderse más fácilmente en poblaciones densas.
* Parasitismo: Los parásitos pueden debilitar e incluso matar a su anfitrión.
* Factores independientes de la densidad: Estos factores afectan a las poblaciones independientemente de su densidad. Los ejemplos incluyen:
* desastres naturales: Las inundaciones, sequías, incendios o erupciones volcánicas pueden eliminar las poblaciones enteras.
* Cambio climático: Los cambios en la temperatura, la precipitación u otros factores climáticos pueden afectar el crecimiento de una población.
* Actividades humanas: La contaminación, la destrucción del hábitat y la introducción de especies invasoras pueden limitar el crecimiento de la población.
Ejemplo:
Imagina una población de ciervos en un bosque. Los ciervos están limitados por la cantidad de alimentos disponibles (factor dependiente de la densidad). Si la población se vuelve demasiado grande, los ciervos comenzarán a competir por la comida, y algunos pueden morir de hambre o debilitarse. Esto limita el crecimiento de la población de ciervos.
Es importante tener en cuenta que estos factores pueden interactuar de manera compleja. Por ejemplo, una sequía (factor independiente de la densidad) puede debilitar los árboles, haciéndolos más susceptibles a la enfermedad (factor dependiente de la densidad), lo que podría afectar a la población de ciervos.