1. Clima:El clima juega un papel importante en la determinación de la distribución de los biomas terrestres. Factores como la temperatura, las precipitaciones, la humedad y la luz solar afectan los tipos de plantas y animales que pueden prosperar en una región en particular. Por ejemplo, los bosques tropicales se encuentran en regiones con altas temperaturas y abundantes precipitaciones, mientras que los desiertos se encuentran en regiones con escasas precipitaciones.
2. Suelo:Las características del suelo, como la textura, el pH y el contenido de nutrientes, influyen en los tipos de plantas que pueden crecer en un área particular. Por ejemplo, los suelos ácidos pueden sustentar comunidades de plantas diferentes a las de los suelos alcalinos.
3. Topografía:las características físicas de un área, como la elevación, la pendiente y la orientación, pueden afectar la distribución de los biomas terrestres. Por ejemplo, las montañas pueden tener diferentes zonas climáticas en diferentes elevaciones, y las laderas que miran al sol pueden ser más cálidas y secas que las que miran hacia el lado opuesto.
4. Interacciones bióticas:La presencia o ausencia de determinadas especies también puede influir en la distribución de los biomas terrestres. Por ejemplo, la presencia de grandes herbívoros puede impedir el establecimiento de bosques, mientras que la presencia de ciertas especies de plantas puede crear microclimas que sustentan a otras especies.
5. Perturbación:Las perturbaciones naturales, como incendios, inundaciones y erupciones volcánicas, también pueden afectar la distribución de los biomas terrestres. Estas perturbaciones pueden crear nuevos hábitats o destruir los existentes, provocando cambios en la composición de las comunidades vegetales y animales.