- Los organismos vivos están compuestos por células, mientras que la materia no viva carece de organización estructural. Las células son las unidades de vida más pequeñas y contienen los componentes necesarios para sustentar la vida, como las membranas celulares, el ADN y la maquinaria bioquímica.
2. Metabolismo:
- Los organismos vivos absorben energía y la utilizan para crecer, reproducirse y mantener su entorno interno. Este proceso de adquisición de nutrientes, transformación y eliminación de desechos se conoce como metabolismo. La materia no viva carece de la capacidad de metabolizar los alimentos o convertir energía.
3. Crecimiento y reproducción:
- Los organismos vivos experimentan crecimiento y reproducción. El crecimiento se refiere al aumento de tamaño o complejidad, mientras que la reproducción se refiere al proceso mediante el cual se producen nuevos individuos. Las entidades no vivientes no poseen la capacidad de crecer o reproducirse.
4. Respuesta a estímulos:
- Los organismos vivos responden a estímulos externos o cambios en su entorno. Estas respuestas pueden incluir adaptaciones fisiológicas o conductuales para asegurar la supervivencia y la reproducción. La materia no viva no muestra ninguna respuesta a estímulos externos.
5. Reglamento:
- Los organismos vivos mantienen el equilibrio interno mediante mecanismos reguladores. Por ejemplo, regulan la temperatura, los niveles hormonales, el pH y las concentraciones de nutrientes. Las entidades no vivas carecen de la capacidad de autorregular las condiciones internas.
6. Adaptación:
- Los organismos vivos muestran la capacidad de adaptarse y evolucionar en el tiempo en respuesta a los cambios ambientales. Esto implica cambios en la composición genética, el comportamiento o la fisiología que aumentan las posibilidades de supervivencia de un organismo. La materia no viva no experimenta adaptación ni evolución.
7. Organización:
- Los organismos vivos exhiben varios niveles de organización, desde el nivel molecular hasta organismos completos. Poseen jerarquías complejas de estructuras, sistemas y órganos que contribuyen cooperativamente a su funcionamiento general. La materia no viva carece de esa organización jerárquica.
8. Homeostasis:
- Los organismos vivos mantienen un ambiente interno estable (homeostasis) a pesar de los cambios externos. Esto incluye equilibrar la temperatura, el contenido de agua, el pH y otros parámetros para sostener los procesos bioquímicos y mantener la vida. La materia no viva no mantiene la homeostasis.
Al considerar estas características fundamentales de la vida, los biólogos pueden distinguir entre entidades vivas y no vivas. Vale la pena señalar que algunos sistemas no vivos pueden exhibir ciertas características asociadas con la vida, pero generalmente carecen de la combinación de atributos que definen a los organismos vivos.